Solo me queda enfrentar la vida con una sonrisa...fueron las palabras de Mona Lisa.
Sonrisa insinuante,
manos cruzadas.
Es tan grande su ansiedad,
su casa un cuadro
su anhelo, cruzar el mar.
Aún sentada allí está,
silla que rechina por lo vieja que es
y ella impaciente
por el aroma de aquel café.
De pintura su pelo es
el mismo vestido que ni se arruga
y el mismo color de piel
que no deja indicios de su vejez.
Un baile ella quería,
una explicación de el
¿ por qué ? ella plantea.
No hay reflejo de algún
movimiento sugerido
en cuanto a técnica,
ni un sutil pestañeo en su mirar.
Da Vinci me me ha abandonado,
fueron las palabras de Mona Lisa.
Plasmada sin más, allí la dejó,
sonrisa sin voz,
mirada ciega.
Todo fué un error causado
por lo inseguro y lo poco piadoso
de sus acciones.
Da Vinci ¿a eso llamas arte?
sutilmente grandioso.
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