Violeta ha aprendido a maquillarse de verdad y mentira.Ella sabe que la humedad se evapora así como el eco
desaparece en el sonido y que aún así dejan sus huellas.
Violetas que florecen y que a la vez se marchitan
con el paso de cada estación,
el tiempo ella no perdona,
aunque él siempre le grite: "Siempre es hoy".
Invierte el tiempo con flores amarillas y
en menos de lo que se oculta el sol su
cama la vacila con que ella está vacía.
Violeta no cree en el amor, aunque bien
sabe que por amor ellas florecen,
vigila siempre a su corazón,
y sin intensión a aquellos besos
les corresponde con un adiós.
Se engaña con pasajeras compañias,
se sienta a ver la luz del sol
sin aceptar que su mirada está perdida.
Sus medias empapadas y frias,
un té a la misma hora del día,
la visitan hermosas melodias
y su rostro sin ningún gesto
esconde su gran melancolía.
Ella busca pureza dento de la oscuridad,
abraza sombras aún estando dormida,
no sabe la diferencia que hace hablar
con la verdad porque no ha sentido lo
que duelen sus mentiras, Violeta nunca
estará sola porque ya se encuentra perdida.
Su cara se disfraza de alegría,
se desahoga ahora en fiestas
atraida por lo que saca de un bar,
se inyecta dosis de emociones tardías
desviando sus pensamientos para
no aceptar que solo juega por jugar.
Violetas rompen el día,
marcando su piel con hermosas agonías,le gusta como luce el acero, cuando la marea
el dolor de la perforación, ella dice que no hay temor
porque acostumbrada está a los agujeros en el corazón.
Violeta ha pensado cambiar su día a día,
pero se desespera ante la flamante rutina,
si no ha pensado en arreglar la cremallera
de su pantalón aquel que descanza en el tan
ordenado cajón, nunca llegará a pensar
amar verdaderamente con el corazón.
El valor de lo sincero emociona y enamora
a cualquier corazón, solo enfocate en no
cometer el error de envolverte en lo incierto
de sus ojos, porque solo sentirás sin frenos
ni compasión un gran dolor.
Estar con ella siempre será....
como darle violetas a Violeta.
